20 abril 2010

El triunfo del silencio

Cuando uno escribe, siempre algo queda en el camino. Por ejemplo, cuando pensaba escribir este post, había un montón de cosas que quería decir. Pero ahora que lo escribo, muchas ideas no toman forma, muchos deseos de decir quedan sin poder ser expresados en la forma que yo imaginaba. Aún así, sigo escribiendo, mitad porque es mi semana en La Covacha, mitad porque a pesar de que la palabra es incompleta, también dice lo que dice, y además más y otra cosa.

Desde hace un tiempo veo con mucha pena que la palabra se va achatando cada vez más. Que todos los relieves posibles que una palabra podía tener se van perdiendo hasta ofrecer poco más que letras unidas por alguna regla que todos ignoran y que incluso hasta combaten en nombre de no sé qué rebelión. Esta idea, la de la rebelión mediante la falta de ortografía, es tan curiosa como la idea de que se combate al capitalismo siendo sucio. Yo creo más bien, que es un regodeo en la ignorancia, como si los chanchos vinieran a vendernos su chiquero como el paraíso terrenal.

Lo cierto es que me asusta. Porque ya estamos viendo las consecuencias: cuando alguien dice "te voy a matar", realmente lo hace, ya no es "estoy furioso con vos". La palabra no sirve para generar un límite entre lo pensado y lo posible, sino que es una enunciación del acto siguiente. Esas son las espantosas consecuencias de achatar a la palabra, de dejarla en el lugar humillante de un simple enunciado y de quitarle aquello que la hace bella, su posibilidad de decir más de lo que dice, su posibilidad de ser, en sí misma, una metáfora.

La palabra ha sido derrotada, al menos ha perdido varias batallas,  y supongo que los estúpidos estarán felices porque creen que están ganando, incluso que han ganado. Yo tengo miedo de ese mundo sin relieves, sin posibilidades de misterios, sin lírica. Un mundo donde, finalmente, triunfe el silencio.

27 comentarios:

B.E.L.P. dijo...

Muy bueno!
Pero no te quedes en el miedo a ese mundo... esto exige una segunda parte!

Julia dijo...

Qué buena reflexión. Es un poco triste, pero somos varios que los que le vamos a seguir dando batalla en nombre de la palabra y la metáfora.

Voto por la segunda parte.

Marcela Calderón dijo...

¡Priiiiiii! ¡Ja! Se me pusieron serios y durmieron.. ;)

Marcela Calderón dijo...

Ahora sí: Claro que también voto por la segunda parte. Y como soy optimista -aunque a veces me cueste- pienso que mientras existamos algunos que pensemos así, y hagamos el intento diario de salvarle los relieves a la palabra -escrita u oral-estos relieves seguirán existiendo. Las minorías tenemos nuestro peso, Gaby, aunque a veces ese peso sea muy livianito. :)

Julia dijo...

Las minorías, los que nos resistimos, los que no nos adaptamos, los que nos rebelamos, somos los que hacemos la diferencia...

Y si, aramos dijo el mosquito, y qué

:P

Sweet carolain dijo...

ja, el triunfo de la perversion.

Yo creo que somos muchos los que le buscamos otro sentido a la palabra. En definitiva, el mensaje es uno pero cada quien lo interpreta como quiere/puede. Y es eso lo que lo hace rico. La diversidad, incluso, de interpretaciones.
Claro que cuando la palabra es una mera enunciacion de una accion futura, no da lugar a interpretaciones.
Sin embargo, como dijeron por ahi arriba, mientras haya gente que haga de la palabra un culto, que lo transmita a generaciones futuras(?), entonces, los estúpidos, no habran matado a la metafora.-

Maga DeLin dijo...

Yo coincido en casi todo, porque lo que no acepto, por así decirlo, es que los defensores de la palabra seamos la minoría.
Lo que me parece es que todos aquellos que ignoran el lirismo, el sentido y el uso de la palabra no tienen más remedio que trascender a través de los hechos y por eso "se notan" más.
Los que siempre vamos a amar y respetar la palabra somos más sutiles, pero nustras acciones, a la larga, repercuten más y llegan más lejos.

Si hay una rebelión, me sumo :-P Llamen a John Connor!!

Muy buen post, Gaby.

Me sentí muy identificada con tus primeras palabras, porque justo hoy venía pensando un montón de cosas, y cuando las pude llevar al papel terminaron siendo tan distintas que ni siquiera parecían mías.

elanonimosoy dijo...

Que bueno saber que "habemos" muchos que creemos en el uso de las palabras. En el adorno de una o varias idea, con palabras.
Que podemos decir lo mismo de mil formas diferentes...

Menna G. dijo...

Excelente.

Me gustó mucho la comparación con los chanchos. Es que tiene una gran relación.

Hay gente que cuando no tiene la razón o simplemente quiere tomar el camino del facilismo, busca adecuar el ambiente a esa equivocación, perdiéndose de la belleza que nos brinda el conocimiento.

Sin embargo, el silencio nunca será el triunfador absoluto si las minorías siguen haciendo algún tipo de ruido.

Excelente. También quiero segunda parte.

Cecil dijo...

Muy buen post!

Yo creo [esperanza mode ON] que la somos muchos los que todavía mantenemos viva la metáfora del lenguaje. De todas formas, el silencio es también una respuesta, sobre todo ante los que ni en dos millones de años de vida podrían entender que cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa [oh, alejandra].

Los estúpidos siempre creen que ganan porque, de hecho, de eso se trata la estupidez.

Me gustó mucho el texto :)

REM dijo...

me encantó esta entrada. Como se está perdiendo la palabra en su forma más metaforica y poetica es increible y terrible.

REM dijo...

ahhhhhhh me anoto en la resistencia!!

Marcelo De Biase dijo...

"El lenguaje no refleja la realidad, es otra realidad. Es un instrumento de pensamiento, de reflexión, de crítica. Si este sistema quiere amortiguarlo, disminuir nuestras facultades, es porque quiere que seamos esclavos de la información, del trabajo y del consumo. Y para eso necesitan zombies que tengan material de 1000 palabras y no más. Esa reducción que inculcan, de alguna manera, la propaganda, la televisión, es fundamental para hacer de los chicos, que son los más vulnerables, títeres, robots, gente que está dispuesta a entregar todo. Así como los ahorristas salieron a defender su capital, es importante defender al lenguaje de la pobreza y de la tristeza. El dinero, con ser importante, no es la identidad como lo es lenguaje. Si uno lo pierde, no sabe más quién es". El texto es de un reportaje a Ivonne Bordelois, en La Nación, de enero de 2004 (http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=562723) (Vale la pena ver los conceptos sobre Kirchner, 6 años después, cuando las palabras dejaron de tener sentido gastadas irremediablemente).
Y sobre el triunfo (irrefutable) de los estúpidos, recuerdo la tesis de "Las Invasiones Bárbaras" de Dennys Arcand: "La inteligencia es rara. La Edad Media duró siglos. La humanidad puede sobrevivir siglos sin ella". A guardar los libros y cuidar la cultura, hasta que la ola de estupidez pase y vuelva una nueva era de inteligencia que tire hacia adelante a la Humanidad. Me permito adjuntar la crítica hecha en su momento a ese peliculón, tiene ideas concomitantes con tu post: http://www.superchatarra.com.ar/edanteriores/febrero2004/invasiones.htm

vero s. dijo...

Hola Gaby, disfruté tu post, aunque en alguna cosilla disiento.
Lo de la chatura de la palabra me parece que es cierto, pero porque la palabra refleja procesos sociales más amplios... es decir, la palabra me parece viva, PERO lo que la palabra transmite-a veces, en algunos contextos, los que tienen más difusión- digo, lo que transmite es la chatura de ciertos entornos.
y como dijeron otros comentadores, son muchos los que siguen celebrando la palabra.
Por otra parte, cuando hablas del "te voy a matar" y su transformación, te referís a la ausencia de metáfora. Entiendo tu ejemplo. Sólo que me parece que argumentas con una idea que justamente rescata la fuerza oculta de la palabra. ay, me armé lío, pero si la palabra puede ser el acto, si puede transformar, entonces, más que chata, me parece poderosa.
y a propósito, que fuerzudas que resultaron las tuyas!

vero
www.historiasdetrenes.blogspot.com

Gaby Cuenteando dijo...

Belp: ¡muchas gracias! Para mi próximo post prometo una revolución, dale?

Beso!

Gaby Cuenteando dijo...

Juli: claro que es triste, y sí, obvio que somos varios los que vamos dando pelea, el problema es que los otros son muchos y tienen mucho dinero :(.

Beso!

Gaby Cuenteando dijo...

Marcela: prometida la segunda parte, aunque no sé que voy a escribir XD. Ojalá la palabra salga victoriosa. Beso!

Gaby Cuenteando dijo...

Aramos, aramos y aramos :D

Gaby Cuenteando dijo...

Exacto, Caro, solo que a veces parece que todo anda mal y que "te voy a romper la cabeza con un martillo" es simplemente la enunciación de una acción futura :S. Beso!

Gaby Cuenteando dijo...

Bella: dale, che, nos unimos todos. Ya voy pensando la segunda parte :D. Beso!

Gaby Cuenteando dijo...

Maga: uffff, si supieras todo lo que queda en el camino al pasar a lo escrito! Yo sí creo que somos minoría, es triste pero es así, de otra manera no se explicarían ciertas cosas. Igual, dale, llamemos a John Connor y que se pudra todo!!!
Beso!

Gaby Cuenteando dijo...

elanonimosoy: eso que decís es precisamente lo que se pierden los detractores de la metáfora y de la palabra. Allá ellos con su vida chata, nosotros acá con las montañas y los valles del decir :). Saludos!

Gaby Cuenteando dijo...

Menna: ojalá esa minoría (no tan minoría) deje de serlo y que mucha más gente pueda reconer la maravilla de la palabra. Beso!

Gaby Cuenteando dijo...

Cecil: oh, Cecil, es así, por eso son estúpidos y se creen que son lo más de lo más del mundo. Pobrecitos.
Besos!

Gaby Cuenteando dijo...

REM: unite, dale, unite que nuestras palabras son bombas molotov! Saludos!

Gaby Cuenteando dijo...

Marcelo: buenísimo lo que citaste de Ivonne Bordelois, obviamente yo también pienso lo mismo, en cómo este sistema está educando monos que aprietan botones para que trabajen y no piensen en nada, ni sepan qué hacen. Y buenísima la recomendación de las Invasiones bárbaras, todavía no la vi, pero tuvo excelentes críticas. Beso!

Gaby Cuenteando dijo...

Vero: a ver, cuando la palabra no es metáfora estamos en problemas, precisamente por eso que vos decís, porque es una fuerza poderosa, porque puede unir acto a enunciación. Pero yo creo que su poder revolucionario está en aquello que está más allá. Es todo un tema, deberíamos volver a la disputa de los universales de la Edad Media, vamos a ver en un próximo post. ¡Gracias por pasar!