21 diciembre 2009

Oh, los Duelos, oh.

Retomando el post anterior, hablemos de Hamlet.

La pregunta que Hamlet se hace en la obra, es la que, posteriormente, muchos psicoanalistas se harían. ¿Ser o no Ser?, -decía Hamlet-, Esa es la cuestión.

Pero recapitulemos algo de la historia; Cuando Hamlet se entera de la muerte de Ofelia es, recién a partir de ese hecho preciso, que pareciera despertarse de su letargo y, efectivamente, actuar. Nace de éste duelo, un Hamlet más íntegro a quien el Deseo ya no podrá mantener en suspenso.

Lo que hace que este personaje nos suene tan real es, justamente, esa relación confusa y entrecortada que establece con su propio deseo. Después de todo, para nosotros al igual que para Hamlet, se trata de encontrar en el discurso del Otro, la voluntad propia.

Ahora volvamos a la pregunta anterior: ¿Ser o no Ser qué?

Para responder esta pregunta, es necesario hablar de la diferencia entre Sujeto y Objeto de Deseo.

Uno puede plantearse fácilmente ejemplos de hombre y mujeres comúnmente llamados Objetos Sexuales. Es decir, personas que se posicionan desde un lugar al que todos parecen querer acceder. Sin embargo, no debemos olvidarnos que, para que alguien sea efectivamente un ser DESEANTE, primero debe transformarse en un SUJETO; Y, muy por el contrario, los objetos no actúan, no hace falta ser metafísico para saber eso. Sólo los SUJETOS son pasibles de acción.

Pero ¿qué es lo que determina que alguien transite la objetividad, -en tanto objeto-, y se introduzca en el campo de los Sujetos? La respuesta es simple: los duelos.

Los duelos, y quien haya duelado alguna vez sabe bien de qué estoy hablando, son situaciones que uno debe transitar en el momento en que pierde a alguien. ¿Pero qué es lo que se duela? Bien, cualquiera podría decir que lo que el duelante trata de elaborar es la pérdida de alguien querido. Sin embargo lo que pierde es la significación que el propio Sujeto creía tener para ese alguien, es decir: lo que ME quería, lo que ME deseaba. Se produce una identificación introyectiva del objeto perdido y, por lo tanto, lo que se pierde es, en alguna forma, una parte del duelante mismo. Es decir, el duelante queda ‘castrado’, en términos de faltante, por la pérdida que se produce.

Esta pérdida lo que hace es que el duelante busque, de aquí en adelante, ese objeto cercenado de sí mismo y que cree haber perdido. Y por supuesto, para buscar aquello que falta es necesaria una actitud activa.

Es por eso que Hamlet, se nos presenta diferente a partir de la muerte de Ofelia, si recuerdan la escena del cementerio, cuando lo ve a Laertes llorando desesperado por el suicidio de la hermana dice ¿Quién lanza estos gritos de desesperación por la muerte de ésta joven? Yo, Hamlet, el Danés. Aquí el se identifica con Laertes y, por fin, encuentra el Deseo en su totalidad.

Por lo tanto, de lo que se trata en toda la obra, y muchas veces en los escenarios de la vida real, es de no quedar pegados queriendo SER los OBJETOS de DESEO de nadie. En el caso puntual de Hamlet, el pareciera todo el tiempo querer responder a las demandas de la madre, y duda entre ser o no ser el objeto de deseo de su progenitora. Pobre Hamlet, para colmo de males, le tocó en ‘suerte’, -aunque no es azar-, una madre anclada en el goce permanente. Una madre la cual no conoce de Duelos. [Recuerden que pierde al marido y la semana esta casándose con quien fuera su cuñado]. Porque una madre plena de Goce y completud, es una madre que no conoce de límites. De hecho, Hamlet es quien le pide que se limite y que contenga sus Deseos.

Pero como a él, a muchos de nosotros nos pasa que quedamos en la nebulosa intentando completar a nuestros Otros significativos, y naufragamos en el intento. Eso se relaciona con el hecho de que para que haya un duelo, tiene que haber primero, alguien que HAGA FALTA. Es decir, alguien que cause la falta, y nos obligue a buscar. Alguien que nos active. Los sujetos NO SON ACTORES DE SU PROPIO DESEO, como bien lo dice la palabra, están SUJETOS a él y deben actuar en consecuencia. Cuando esto no se produce, cuando el Deseo está tan trabado que nos paraliza, suele aparecer la angustia como síntoma de ‘la falta de la falta’. Es decir, la falta de un Deseo que concatene nuestros actos.
Entonces, para responder a la pregunta, uno no puede Ser Objeto y a la vez un Sujeto Deseante. De eso se trata la pregunta de Hamlet y toda su vacilación gira entorno de ello. Comúnmente en Psicoanálisis solemos llamar a los pacientes: Sujeto FALTA EN SER.
Es que la falta que se produce es tan necesaria, que sólo salimos Sujetos una vez que ella ha obrado en nosotros.

16 diciembre 2009

La Covacha recomienda: Jane Austen

Sí, señores, La Covacha se expande. Me toca a mí inaugurar una nueva (y breve) sección de este queridísimo blog: La Covacha recomienda. Hoy empezaré con una de mis escritoras favoritas: Jane Austen.

Probablemente la mayoría de ustedes hayan oído hablar de esta escritora o hayan visto alguna de las películas que se hicieron en base a sus libros: Sensatez y Sentimientos y Orgullo y Prejuicio, para nombrar las más famosas. Escritora inglesa de principios del siglo XIX, Jane Austen tuvo en su época un considerable renombre y logró publicar varias de sus novelas.

Famosa por el tono irónico del que nunca se desprende,  la escritura de Jane Austen es tan preciosa como afilada, tan femenina como severa, tan delicada como devastadora. Sus historias transcurren en pequeños universos, llenos de violencias cotidianas, mezquindades de medio pelo y pequeños actos de violencia hechos con miradas y palabras.

Para quienes crean que sus obras son "novelitas románticas", que siempre terminan bien y que están plagadas de bailes, encajes y suspiros, obviamente nunca leyeron ni a Austen (ni ninguna novelita romántica). Sepan que las seis novelas salieron de la misma pluma de una mujer que, para comentarle a su hermano sobre la flamante esposa de un conocido, escribió:

"Es una mujer melosa, la clase de mujer que se me ocurre que está decidida a no encontrarse bien nunca, de esas a las que sus espasmos y su nerviosismo, y las consecuencias que le traen, les gustan más que cualquier otra cosa".
Carta de Jane Austen a su hermano Francis Austen, 25 de septiembre de 1813.

Recomendada queda, entonces, Jane Austen. Si quieren empezar por alguna de sus novelas, empiecen, obviamente por Orgullo y Prejuicio y luego sigan por Persuasión. El camino ya estará hecho y  no podrán detenerse hasta leerlas todas.

13 diciembre 2009

El arte y la locura: Camille Claudel

No me gusta la idea que propone que un artista genial debe estar loco. En algunos discursos, pareciera ser que la locura es la que está provocando esa genialidad en el artista. Varias veces me he encontrado con esa idea al hablar sobre Vincent van Gogh, incluso hay quienes relacionan su estado mental con la técnica de pintura que utilizaba. Varias veces dije en Los lunes, van Gogh, que en sus ataques de locura Vincent no pintaba absolutamente nada. Y es que en los ataques de locura, él estaba inmerso en su delirio, no en la belleza de su arte.

Hoy quería hablarles de una escultora que pasó los últimos treinta años de su vida encerrada en un manicomio: Camille Claudel. El primer contacto que tuve con Camille Claudel fue probablemente el estreno de la película  del mismo nombre (con Isabelle Adjani y Gerard Depardieu) en el legendario programa de televisión de Canal 7, "Función Privada". Quizá tuviera once o doce años cuando la ví. De la película, varias imágenes me quedaron grabadas, pero sobre todo la primera escena: en la madrugada, Camille juntando barro en un baúl para poder realizar sus esculturas. La película me quedó en la memoria, volvía a verla en las repeticiones del cable pero nunca busqué alguna otra información sobre la vida de la escultora. Fue el año pasado, en el marco de la exposición "La era de Rodin" en el Museo Nacional de Arte Decorativo, que tuve la oportunidad de encontrarme con algunas de sus obras y quedar profundamente impresionada.


Camille Claudel

Camille Claudel nació en 1864 en una familia burguesa francesa y desde los diecisiete años estudió en escuelas y academias de arte en París, en una época en la que era muy difícil que se permitiera a una mujer hacer tal cosa. En 1883, a los diecinueve años, conoció a quien sería su maestro, su amante, y en cierto modo, su más cruel enemigo: el escultor Auguste Rodin. Juntos realizaron obras bellísimas en las que se nota la influencia del uno sobre el otro. Apenas puede decirse quién influyó más, si Rodin en Camille o si Camille en Rodin. Pero Rodin estaba unido a otra mujer y, después de algunos años, decidió abandonar a Camille a su suerte. Para hablar del abandono, Camille realiza esta escultura:


Camille Claudel, L'Âge mûr, versión de 1893-1899, escultura en bronce, 114 x 163 x 72 cm.

Absolutamente expresiva en su trabajo, ver una escultura de Camille Claudel es una experiencia extraordinaria. Son escenas breves y apasionadas, relatos hechos en bronce o en mármol que sin necesidad de estar adoctrinado en arte, uno empieza a recorrer con la mirada y los pies (1) si tiene la oportunidad de verlas en persona. Las fotografías apenas le hacen justicia al mármol en particular, siempre me asombra cómo los grandes escultores pudieron hacer piel a partir de una piedra tan dura como el mármol.


Camille Claudel, La Valse/Les Valseurs, 1899-1905, escultura en bronce - 43,2 x 23 x 34,3 cm. Noten el movimiento de la escultura casi en espiral, cómo sale de un macizo escarpado para terminar en la delicadísima piel de los dos personajes y, sobre todo en esas dos manos que apenas se tocan.

En lo poquito que pude ver de Camille, las esculturas son temblorosas, agitadas, como si estuvieran tratando de encerrar en el mármol o el bronce un instante o una emoción. Recuerdo que en el mar de esculturas que era el Museo de Arte Decorativo en ese momento, llegué al final a ver las de Camille para quedar profundamente emocionada con sus obras.


Camille Claudel esculpiendo Sakountala en su versión de 1886.

 

 Camille Claudel, Sakountala.

Camille Claudel conoció tanto la fortuna de las buenas críticas en los diarios como el posterior desprecio, el amor de Rodin y su abandono, el apoyo de su padre y el desprecio del resto de su familia, sobre todo de su hermano, el escritor Paul Claudel. Se dice que algunas de las obras de Rodin fueron hechas por ella y firmadas por el escultor, lo que no es extraño, eso hacían la mayoría de los grandes artistas con talleres propios y gran reconocimiento en su época.


Camille Claudel, La vague (detalle), 1897, ónix y bronce sobre base de mármol.

 Al ser abandonada por Rodin en 1898 se dedicó a esculpir encerrada en su habitación, apenas salía. Se sumió en la pobreza y finalmente en la paranoia y llegó a destruir gran parte de sus esculturas. Su familia, avergonzada, aprovechó la muerte de su padre para encerrarla en un manicomio en 1913. Un año después la trasladaron a otro manicomio donde vivió hasta el final de su vida, en 1943 después de muchísimos pedidos, tanto de ella como de amigos y médicos, a su familia, de que le permitieran salir. Durante ese tiempo, no volvió a esculpir nada.

Camille Claudel murió completamente sola y fue enterrada en una fosa común para los enfermos olvidados en el manicomio por sus familiares. Tiempo después el asilo decidió ampliar sus terrenos y esas fosas fueron eliminadas por lo que en la actualidad se desconoce la ubicación de sus restos.


Camille Claudel en el manicomio de Montdevergues.

Link: Camille Claudel, en francés.

Link: Museo Rodin, en francés o inglés.
Recomendación: Hay varias obras de Auguste Rodin en Buenos Aires, en especial en el Museo de Arte Decorativo y en el Museo Nacional de Bellas Artes. Vayan a verlas, es una orden ;).

(1) La mejor forma de apreciar una escultura es girando alrededor de ella, si el escultor es sabio, la misma obra nos lleva directamente a caminar en círculos. En el Museo Nacional de Bellas Artes hay una reproducción en yeso patinado de El beso de August Rodin. Una de los ángulos de la base de la escultura está ubicado contra la pared de modo tal que uno no puede dar la vuelta de 360º que la sensual obra de Rodin invita a realizar. Así estamos.


10 diciembre 2009

Ganador categoría "Blog Temático"

El Centro Cultural España-Córdoba lanzó el primer concurso de blogs cordobeses "El blogazo", y nos inscribimos, junto a 280 blogs. Dos categorías, un blog elegido por cada una, 5000 pesos argentinos para los ganadores. Con la participación de un jurado local, nacional e internacional, compuesto por Hernán Casciari, José Luis Orihuela, Vanina Berghella, Fernando Arocena y José Playo.
 


Hoy fue la entrega de premios y para nuestra sorpresa ganamos en la categoría Blog Temático, y nos llevamos, entre las cuatro, la friolera de $5000.
Asistí a la ceremonia en representación de mis co-equipers, con muchísima ansiedad, porque me insistieron telefónicamente que fuera. Y qué bueno que no me lo perdí, porque a pesar de las leves sospechas, sinceramente no lo esperaba, y todavía no lo puedo creer.
Mi primera sorpresa fue que mi blog, Las historias de Julia, estuviera peleando las menciones especiales de la categoría "Blog Literario". Pero el mayor impacto fue cuando me llamaron para recibir el premio de La Covacha. Fue un honor conocer a los organizadores y algunos miembros del jurado, entre ellos a José Playo, de quien me declaro fan.
Me hicieron sentar entre ellos, junto al ganador de la otra categoría, Walter, de La Fragilidad de los retiros, y nos pidieron que dijeramos unas palabras. No puedo recordar las pavadas que dije, se las debo. La alegría, y los nervios, en ese momento fueron inmensos. Aun me dura la emoción.

La Covacha fue premiada a lo grande, y en nombre de mis compañeras quiero agradecer a todos los que forman parte de este blog, leyendo, visitando y comentando. Y también a los organizadores y al jurado, por supuesto.

¡Felicitaciones Gaby, Cecil y Caro! Y felicitaciones para mí también, qué tanto.




[Click para ampliar]



Update:

El CCEC hizo la publicación oficial de la entrega de premios de El Blogazo. Pasen y vean, pónganse cómodos y acováchense. Ah, no, eso es para acá. Reformulo, vayan a chusmear y vuelvan para comentar lo que quieran, menos de las fotos (:P).

06 diciembre 2009

Los hermanos sean unidos

En mi post anterior hablamos de las colaboraciones en el cine, tema que vamos a retomar en este instante, pero tomando como denominador común a los hermanos.
La historia del cine comienza justamente con dos hermanos, los emblemáticos hermanos Lumière, Louis y Auguste, los padres del cine [sonó un poco incestuoso, ¿no?], creadores del cinematógrafo.
Como ya dijimos, las colaboraciones de grandes talentos a veces exprimen al máximo sus capacidades, cuando encuentran afinidad para trabajar juntos.
Quizás el parentesco de hermanos, hace que estás colaboraciones sean más cómodas y que del conocimiento mutuo se puedan aprovechar cualidades que se saben de antemano, se me ocurre.

Hay hermanos muy conocidos en la industria del séptimo arte, que con sólo nombrarlos se puede deducir qué tipo de films hacen: los hermanos Wachowski [Larry y Andy] son reconocidos por la trilogía de The Matrix y  por películas que combinan magistralmente la acción con la ciencia ficción, brindándonos imágenes únicas [V for Vendetta, a.k.a. V de Venganza, Speed Racer, a.k.a Meteoro].



Los hermanos Coen [Joel y Ethan] tienen un estilo muy original, a veces oscuro, a veces bizarro, tanto para sus increíbles thriller [Fargo, No Country for old man, a.k.a. No es país para viejos, The man who wasn't there, El hombre que nunca estuvo allí, a.k.a.] como para sus inteligentes comedias [Raising Arizona, a.k.a. Educando a Arizona, The Big Lebowski, a.k.a. El gran Lebowski, Burn after reading, a.k.a. Quémese después de leer].

Los hermanos Farrelly [Peter y Bobby] son afamados por realizar comedias políticamente incorrectas, quienes le dieron un toque particular al género de comedias "románticas" del país del norte [There's something about Mary, a.k.a. Loco por Mary, Me, myself & Irene, a.k.a. Irene, yo y mi otro yo, Dumb and Dumber, a.k.a. Tonto y retonto].

Estos hermanos colaboran tanto en la escritura del guión, como en la dirección, además de producir el film. En el caso de estos últimos, a veces la colaboración de uno es en la producción, mientras el otro dirige.

Hay otras colaboraciones de hermanos, quizás no tan conocidas, como es el caso de los hermanos Nolan. Christopher Nolan [director de Batman Begins, a.k.a. Batman inicia] alcanzó la fama gracias a la excelente película Memento, basado en un cuento corto de su hermano Jonathan, Memento mori [en latín: recuerda que eres mortal], con quien hizo la adaptación del relato para la película. Desde ahí Jonathan es colaborador habitual en los guiones de las películas de Christopher [The Dark Knight, a.k.a. Batman: el caballero de la noche, The Prestige, a.k.a. El gran truco].

El cine, en su generosidad hollywoodense, también nos ha presentado a los hermanos Wayans [Keenen Ivory, Marlon y Shawn], que podrían considerarse la versión primermundista de Pablo y Pachu [y le sumemos a Freddie], quienes han hecho la saga de Scary Movie [dirección de Keenen Ivory, guión de Marlon y Shawn, además de sus respectivas actuaciones] entre otras. Su hermano Damon, también es actor y comediante, [principalmente de sitcom] y cuenta con algunas películas de acción en su currículum.


El director Wes Anderson, en creciente reconocimiento por sus grandiosas películas [The Darjeeling Limited, a.k.a Viaje a Darjeeling, The Life Aquatic with Steve Zissou, a.k.a. La vida acuática] ha contado con la colaboración de los hermanos Wilson, de Owen en el guión y en la actuación y de Luke en la actuación, en las películas Bottle Rocket [a.k.a Ladrón que roba a un ladrón], Rushmore [a.k.a. Tres son multitud] y The Royal Tenenbaums [a.k.a. Los excéntricos Tenenbaums].


El cine italiano cuenta con los famosos hermanos Taviani, el cine mexicano tuvo a los hermanos Alva, el cine belga se luce con los aclamados hermanos Dardenne, el cine finlandés se enorgullece con los hermanos Kaurismäki,  fundadores además del prestigioso festival de cine Midnight Sun Film Festival.

Las colaboraciones entre hermanos en el séptimo arte parecen ser muy frecuente y han dado [y esperemos que sigan dando] inolvidables películas, tanto en contenido como en calidad de imagen. Gracias a los primeros hermanos mencionados, el cine nació. ¿Qué otros hermanos conocen que hayan hecho su valioso aporte a la cinematografía?