03 agosto 2009

Salud: Un sistema en decadencia.

Haciendo un repaso de la historia y el surgimiento del sistema Público de Salud, nos damos cuenta de que, en este país, las políticas de Estado, la mala Gestión Pública y la mercantilización de la salud/enfermedad -en donde solo aquellos que poseen dinero acceden a un sistema de salud de calidad- han hecho del Derecho Universal a la Salud, un páramo sombrío al que ya casi nadie puede acudir sin abonar antes una cuota mensual.

Echémosle un vistazo a la historia de dicho sistema.

A comienzos del siglo XX, con el fin de garantizar la productividad, el Estado se hace cargo de brindar el mínimo de salud a la población trabajadora y nace el concepto de Policía Médica. Desde esta perspectiva claramente Liberal, no hablaríamos de prevención, ya que se presenta más bien como una respuesta asistencial ante la enfermedad, que es vista como la desviación de la norma, que como un Programa Preventivo. Esta concepción nos brinda la “cura” a través del saber médico y nos habla de un sujeto a-histórico y aislado.
En ese momento en nuestro país, las prácticas en salud se realizaban en forma de Beneficencia, en donde el Estado intervenía a través de la Policía Médica, en los casos en que las enfermedades ponían en peligro la continuidad productiva.
Es en estos momentos en que aparecen las Mutuales, en donde los trabajadores de determinada comunidad realizan un aporte de sus propios salarios para pagar la atención médica.
En un segundo plano, a nivel mundial con la crisis de los años 30, se evidencia la incapacidad del sistema económico capitalista de brindar salud a toda la población, ya que la práctica médica reduce su alcance social cuando más se la necesita. Es aquí donde reaparece la enfermedad como un fenómeno social-cultural y lo social vuelve a escena a través de la Epidemiología.
En Argentina, vivimos un Estado de Bienestar. En este período se plantea la Salud como un Derecho Universal: de nada sirve el saber médico, si no toma en cuenta el aspecto social de la enfermedad. Es en este momento en el que nacen los movimientos sindicales, que luego serán las Obras Sociales. A su vez, el Estado es Garante del Derecho a la Salud y todos los trabajadores tienen acceso a la misma.
Se construyen 35 policlínicos en un período de 6 años, se duplica la cantidad de médicos y se triplica la cantidad de enfermeros.
A partir de aquí, el sistema de salud, que estaba en su cima, comienza a deteriorarse hasta el sistema público casi inexistente que tenemos en la actualidad.
Desde el año ‘55, se plantea un modelo de Estado Desarrollista, en el que todo gira en torno a la concentración de capitales: lo que antes era responsabilidad de la Nación, ahora se traslada y se retiran fondos del sector salud para otros fines.
Así comienza a descentralizarse y las provincias deben encargarse de su gasto en salud, mientras el gasto público en dicho sector va decayendo hasta alcanzar el actual modelo Neoliberal. En este período, que coincide con los primeros Gobiernos Dictatoriales, se traspasan los servicios de lo público a lo privado. Frente a la caída del empleo y la flexibilización laboral, se fomenta la fragmentación.
Así mismo podemos hablar de dos estapas o modelos Neoliberales: uno a principio de los años 70, cuando se produce un desmedido aumento de la deuda externa, y otro a partir de la democracia, alrededor de los años 90, a partir del Gobierno Menemista, cuando se termina de asentar el modelo Neoliberal.
Esto surge paralelamente con la crisis del capitalismo de los años 70 en donde, con el desarrollo del comercio y la globalización, la gente comienza a viajar por trabajo y enfermedades como la viruela se hicieron incontrolables.
A lo largo de este recorrido, a raíz de la Globalización y de la concentración de capitales, conjuntamente con la descentralización del Estado y la atribución a los gobiernos locales y a la población de los gastos en Salud, podemos deducir que el Sistema de Salud ha sido perjudicado por la falta de inversión y por el continuo y progresivo deterioro del mismo.
Por otro lado, esto responde a una Política de Estado, en la que las investigaciones en Salud son dirigidas por determinado sector minoritario y a su vez que concentra grandes puntos de poder.
De esta manera, la Medicina se nos presentaría, por un lado, como una instancia inspiradora de respeto y, por otro, como un negocio más y, por qué no, uno de los más rentables y seguros.
Así con el gerenciamiento de determinado sector ambiciosamente poderoso, las investigaciones en Salud y en Epidemiología se ven afectas e inducidas por el “Lobby” y no por las necesidades sociales que, verdaderamente, deberían inspirarlas.
De esta manera, la brecha entre clases es cada vez más grande y las diferencias se potencian en relación con la calidad de atención, las (im)-posibilidades de acceso y el nivel de servicios que recibe cada ciudadano.
Es por eso que podemos pensar que lo que se ve en los hospitales es la implementación “a medias” de un Sistema de Salud desbordado. Los médicos se encuentran cada vez más exigidos y, al mismo tiempo, llenos de limitaciones, por la falta de insumos, la falta de colaboradores, de tecnologías, de incentivos provocada por los bajos ingresos, y la poca e inefectiva participación del Gobierno.
Lo antedicho favorece al Sector Privado que comercializa todos estos servicios y que dispone de una infraestructura y tecnología necesarias que el sector público no posee. Aquí aparece una sola barrera de Accesibilidad: La Económica y es, lógicamente, una de las más difíciles de superar.
Así como la Epidemiología trata una distribución determinada de la Salud y la enfermedad, podemos inferir que esta distribución, sustancialmente asimétrica, podría pensarse como una consecuencia de la desigualdad económica entre clases, y que la falta de ella habla de un sistema corroído, en el que no solo no se pueden prevenir sino que, además, la falta de programación y estrategias da cuenta de un sistema de Salud de Emergencias
La falta de Planificación y Epidemiología, o su implementación sesgada, podría pensarse como una característica, sin exagerar, de todo el sistema de Salud Pública en nuestro país. Por supuesto, esto viene a colación de la falta de inversión en el mismo, cuyo motivo está arraigado en la no rentabilidad y, a su vez, con una interpretación y aplicación “a medida”, de la concepción de Salud como Derecho Universal (en tanto Derecho a la buena atención, que se ve determinado por las posibilidades económicas).
Por otro lado, la única alternativa para equiparar la situación sanitaria de todos los ciudadanos es contar con una adecuada Gestión Pública en todos los sectores, y que uno y cada uno de los actores participantes de la sociedad, sean protagonistas.
Además es indispensable, la fijación de prioridades para determinar los límites de acción, para lo que es necesario la asignación de recursos y medios para implementar el accionar escogido, a través de un enfoque más participativo-integral que, como bien sabemos, requiere de la participación activa de la comunidad.
Por último, es necesario contar, de la mano de la Epidemiología y de la planificación, con un sistema de Atención Primaria de la Salud, que garantice la cobertura, la accesibilidad, la capacidad resolutiva y de pertenencia a un sistema de salud integral, que asegure la satisfacción de las necesidades de la población. Por lo que debe dejar de ser un sistema de Emergencia, en donde los médicos están para tapar los baches de un servicio público colapsado, para convertirse en una verdadera red Social de respaldo, que asegure y contenga a toda la población por igual.

17 comentarios:

Gaby Cuenteando dijo...

PRI!

Gaby Cuenteando dijo...

Hay mucho para hablar con el tema de la salud. Cuando Foucault pone en juego todos esos temas sobre el cuerpo, lo que descubre es ese control que hace el capitalismo sobre los cuerpos de las personas. La forma fundamental de ese control de los cuerpos fue la medicina. Es extraño verlo así porque para todos es un derecho ya incorporado al imaginario, damos por sentado que el Estado deben encargarse de eso, pero no siempre fue así (aunque las socidades han tenido sus formas de asistir a las personas con dificultades).

Y en tanto forma de control estatal, es comprensible que el sistema de salud se mueva con los vaivenes de las políticas económicas estatales y las ideologías que los promueven. Si los neoliberales a partir de la década del '70 pensaron que la salud es un gasto, entonces es evidente por qué los hospitales están como están. Y todo es producto de una ideología más perversa, de desprotección de los seres humanos, de individualización, de pérdida de lazos comunitarios, todos hechos que les caen muy bien a los neoliberales.

Excelente post, Caro! Queremos psicoanálisis!

Cecil dijo...

Excelente post!

Parece evidente que esa idea del Estado como asegurador mínimo de cierta igualdad entre sus ciudadanos nunca fue otra cosa que una idea.
El control de los cuerpos se hace desde múltiples ámbitos, pero el de la salud parece ser el más concreto. Es allí donde el mínimo, quebradizo cuerpo humano está a la merced de las políticas más perversas y sangrientas. Y los que "pagan" el pato de tanta ineficiencia son siempre los mismos, los que no tienen ni voz ni voto [porque el Estado les niega el cuerpo], aunque les den la ilusión de lo contrario.

besos, caro =)

Gaby Cuenteando dijo...

La cuestión del Estado es un tema tremendo, porque desde el inicio, quiero decir hace miles de años, siempre se pensó que era el encargado de ofrecer un servicio de bienestar para los que lo solventaban. A partir del siglo XVIII se descubre que el poder médico sirve para controlar los cuerpos, el médico, que parece casi una figura sagrada, es el que va a poder decir que sí o que no a determinadas cosas y sobre todo, tienen el poder de decidir quién está sano y quién no.

Piensen, por ejemplo, cuando los obligan a hacerse el examen pre-ocupacional. ¿Por qué lo hacen? Es una situación más de control dentro de un sistema que busca controlar todo.

Sweet carolain dijo...

Pero por supuesto gaby, quien no este 'sano', automaticamente queda descartado.
El control de los Estados, es necesario, dicen, para la continuidad productiva.
Y, a decir verdad, por mas que muchos nos quejemos, la mayoría de la gente, suele exigirle al Estado que sea guardian de determinadas situaciones, la salud es una. Pero no saben que el Estado obra, no por una cuestion de beneficencia para con el pueblo, sino para que la productividad siga en pie, que tambien es necesario, pero no al extremos perverso como cuando hay intereses y millones de millones de por medio.

la vida misma. ¬¬

Acerbus dijo...

¿Al fin y al cabo, para qué son los impuestos? Para que el estado los destine al financiamiento de los servicios públicos: Educación, Salud, Defensa, Seguridad, Vialidad, etc.
Y es recurrente en casi todos los gobiernos, sin distinción de signo político, que gasten millones en cualquier cosa y se olviden de comprar insumos para hospitales. O de los sueldos docentes.

Sil dijo...

Para entender este sistema actual concido plenamente con Gaby, con leer Focucault es mas que suficiente, a ello agrearia bienvenidos a la Argentina, al capitalismo cruel y asesino en donde los sujetos son numeros y donde el dinero hace la felicidad???? Noooo peroayuda en la salud sobre todo
Muy buen post!!!!!

Anónimo dijo...

Hola. Carolina amenazo con matar a mi gato si no comentaba, por eso estoy aca. Lei tu post Carou pero no tengo algo para agregar.

Comentaria mi teoria de 'sistema de salud' exterminio y seleccion natural. Pero es demasiado true :P

Saludos!

Sweet carolain dijo...

Eh che ni que estuviera torturando gente para que comente ¬¬ jajajjjj

Javier Pallero dijo...

Mientras siga habiendo prioridades equivocadas a la hora de administrar recursos economicos, tecnicos y humanos...
andaremos mal.

Y mientras no haya conciencia de que a los sistemas estatales los co-gestionamos los ciudadanos mismos...dificil será.

Igual yo creo en la gente.
Se que podemos aprender a que no es solo cuestion de pedir o quejarse.

un abrazo, gustó el termo julia?

Cecil dijo...

cheeeeeeeee

vagosssssssss


lean y comenten!!!!!!

Sweet carolain dijo...

son tdos una manga de herejes, una se esfuerza y 'a la final' nada. a vos te parece.

Julia dijo...

El post está buenísimo amiga. La salud pública y su inclusión en las políticas de estado [sobre todo en materia presupuestaria] son temas que dan para el debate.
A mi modo de ver, además de lo expuesto, es que carecemos de políticas estatales que puedan trascender a los gobiernos. Cada gobierno dispone discrecionalmente del presupuesto, esto es a su antojo, y no elabora un plan de acción a futuro, que perdure en el tiempo, más allá de las ideologías partidarias. Sólo le basta con que puedan manejar los fondos durante su gestión como mejor le parezca. Si el gobierno anterior tenía determinada línea trazada en salud pública, no les calienta borrarla de un plumazo, porque no hay un plan de país.

En Córdoba, el gobierno provincial, durante la gestión anterior, capacitó y financió residencias de Salud Familiar, abriendo dispensarios en zonas carenciadas y formando equipos interdisciplinarios, dando trabajo a estos profesionales, y acceso a la salud pública, aunque precariamente [por falta de insumos por ejemplo], a mucha población, sobre todo a aquella que está alejada de hospitales públicos.
Finalizadas las residencias de Salud Familiar, y con el cambio de gobierno, no se renovaron los contratos de los equipos de salud, y los dispensarios están prácticamente vacíos.
Existe un grupo de profesionales capacitados por el estado y que no pueden insertarse en ese campo laboral, porque el mismo estado que los capacitó, les cerró las puertas.

Julia dijo...

Lamentablemente la salud pasó de un derecho a un negocio.
El sistema de medicina social debería ser un objetivo de los políticos, pero no he escuchado a ninguno siquiera que lo mencione.

¿Viste Sicko?

Julia dijo...

Ah, y cabe aclarar que la gestión anterior es del mismo partido que la gestión actual. O sea que ni en un mismo partido mantienen lo que se había logrado en materia de salud. Y me atrevo a decir que lo que hizo fue por una oportunidad política, y no por una concientización social.

Gaby Cuenteando dijo...

En realidad, Shulita, creo que es porque la estupidez y la desidia es el deporte más practicado en este país, no el fútbol como algunos creen. Es desesperante y frustrante que sean tan inoperantes, que no solo no hagan nada, sino que también destruyan. Es todo tan perverso :(.

Etienne dijo...

Voy a comentar y espero que lo que diga no me condene más adelante...
Ah, aclaro que comento por propia voluntad y no porque me estén amenazando, ok?

La historia del sistema de Salud es muy completa, aunque obviamente con un sesgo impreso por la autora, que convengamos requeriría de atención en forma urgente.
Si yo no fuera un ínfimo intendente (con minúsculas) y lo fuera de verdát, le encargaría al Estado a invertir en Salud la misma cantidad que coloca en el rubro "Sobrepagos varios y Gastos Reservados". La Salud, junto con la Educación, son los bastiones de una Nación, porque se está pensando a largo plazo. Se está pensando en una población sana y educada y eso es fundamental. Claro, para los que desean cosechar votos de los irreflexivos y analfabetos, de los muertos e internados, fomentar este tipo de políticas es altamente inconveniente.

No sé si soy liberal o pro, si soy de derecha o zurdo, pero me gustaría que la gente sea por una vez, la prioridad en serio de alguien.