30 agosto 2009

El Límite como una forma de Contención.

En estos últimos días, se escuchó hablar mucho de la ley que despenaliza la tenencia de Drogas para el consumo personal. Escuchamos hablar a políticos, padres y adolescentes. Lejos de querer tomar una postura determinada en el asunto, me gustaría centrarme en el rol que juega la familia no sólo en esto sino en todos los ámbitos de nuestra vida.

Qué es la familia sino esa celula social primordial en la que surgimos y a través de la cual adquirimos los valores necesarios para insertarnos luego en la sociedad propiamente dicha.
Sin embargo, el concepto tradicional de familia nos habla de un cambio drástico en su constitución actual. Los cambios sociales y económicos profundos dieron lugar a nuevas constelaciones familiares.
Seguramente nuestra imagen de la familia, es aquella en dónde el padre trabaja y la madre se queda en casa a cuidar de sus hijos. Sin embargo en la mayoría de los casos ya hace varias décadas que las madres deben, impulsadas muchas veces por la necesidad, salir a trabajar.
Tradicionalmente se veía a la madre como la figura nutricia y al padre como el proveedor. Pero ¿qué pasa cuando los roles comienzan a desdibujarse? ¿Dónde quedan las funciones que antes ocupaban a la madre? ¿De qué modo afecta este cambio en la crianza de los hijos? ¿Sobre quien reposa la responsabilidad de transmitir conceptos básico de educación, respeto, tolerancia, y contención? ¿Quién suplanta la presencia que anteriormente aportaba la madre? Y lo más importante: ¿quién aporta y/o controla los límites?

Todas estas preguntas son difíciles de responder, pero podemos empezar diciendo que la presencia familiar no se suplanta con nada. Solo la familia puede sentar las bases para que una persona se inserte en los círculos sociales exitosamente.
Muchas veces, sin embargo, vemos noticias que cuentan como un alumno insulta a un profesor, o cómo grupos de adolescentes se dan cita para agarrarse a trompadas. Todo esto tiene un denominador común: la falta de límites. Es ahí en donde los adolescentes perdidos en la búsqueda de quien debe implementar la regla, viven al límite buscando, justamente, el choque con lo real, con eso que es intangible, pero está ahí para hacerse pasible de realidad.

Pero no sólo el límite es necesario para determinar lo correcto y lo incorrecto. Además, sirve de contención. En el mejor de los casos cuando esto falla aparecen las redes sociales para contener y normalizar.
Los grupos de pares, y la pertenencia a ellos, hacen que los adolescentes se incluyan en un clima de igualdad y respeto.
Hablar de contención o de límites, nos remite a algo que abraza y que, a su vez, marca la diferencia. Lo que no es propio, es el límite o la contención que aporta el otro. Es necesario, que estos aportes, sean corpóreos en algún momento, de lo contrario, nos veremos perdidos en su búsqueda.
Volviendo a la pregunta anterior, ¿quienes conforman, -o deforman-, los límites implícitos en las decisiones de los adolescentes? ¿Qué sucede cuando tampoco existe una red Social?
Muy probablemente, ante la carencia de una presencia positiva quienes se encarguen de ellos sean, la televisión, los videojuegos, internet Etc. Es decir, el Otro significativo de millones de adolescentes, será el mismo, por lo tanto, un Otro repetido y uniformado.
El peligro que esto acarrea, más allá de los mensajes acotados y masivos que envían, es que incitan a los adolescentes a ser todos iguales, lejos de favorecer la individualidad, pareciera que el efecto es completamente opuesto.
La adolescencia es el momento en el cual uno desarrolla y, en cierta forma, da un cierre parcial a su personalidad; pero de éste modo, queda teñida de información, gustos y pensamientos, que lejos de ser propios e individuales, forman parte del corolario general de miles de otros adolescentes.
Entonces, una vez más el límite queda borroso; en qué lugar esos adolescentes, súper conectados y mega identificados en tribus urbanas que, en el fondo, no hacen más que darles la ilusión de una identidad alternativa para no quedar pegados a lo perversamente general; ¿en qué lugar, pueden ser únicos e irrepetibles? ¿Dónde queda lo propio?, ¿hasta dónde uno puede ser uno, sin confundirse con ese otro gigante y uniformado que nos venden por todos lados? ¿cómo evitar ser devorados por la gran mayoría y conservar la individualidad? ¿De qué manera entra en juego la creatividad y la cultura de trabajo, si nos dan todo servido y de modo inmediato?.
La relación entre la sobre información, la falta de presencias en el hogar que promuevan los límites, lo individual y que, a su vez, oficie de contingencia, puede dar como resultado la violencia que muchas veces observamos en las aulas o entre los grupos.
Del mismo modo, la sobreinformación, o la conexión exagerada, nos da la falsa sensación de pertenencia y de participación que, si no queda en claro la virtualidad de todas éstas cuestiones, pueden confundir y llevar a los adolescentes a vivirlo como real, con todos los peligros qué esto implica.
La tarea de los padres, los educadores, y las redes sociales de contención, no es sencilla, pero en un mundo globalizado que nos bombardea de información, de formatos preestablecidos, pero que carece de normas, es necesario tomar enserio estas cuestiones, porque lejos de volver al modelo de familia típico, pareciera que estamos en las puertas de un modelo de familia mas virtual y globalizador.

23 agosto 2009

El arte. Porque sí.

El arte siempre despierta discusiones, en ese sentido siempre es revolucionario. Un post de Veroka y una reciente experiencia con adolescentes, me dio el puntapié inicial para escribir esto. No soy especialista en arte, quiero decir, no me he preparado académicamente para reflexionar sobre arte, pero el arte está dando vueltas todo el tiempo en mi vida cotidiana. Hablaré, entonces, desde mi lugar de persona que ama el arte sobre todas las cosas.

Quisiera escapar deliberadamente a la pregunta ¿qué es el arte? Voy a dar varios rodeos y creo que elegiré no responderla. Quiero decir, si damos una definición de arte, le pondríamos un armazón a algo que no debería tenerlo.

Sandro Boticelli, El nacimiento de Venus (fragmento).

Creo que nadie tiene problemas con los maestros del Renacimiento, Leonardo, Miguel Ángel, Rafael, ellos parecen tener el visto bueno de la opinión pública. Particularmente mi gran favorito es Boticcelli y sus hermosa y melancólica Venus, pero ya es cuestión de gustos. Tampoco los maestros del Barroco parecen tener problemas en la aceptación, quizá porque son menos conocidos, Rembrandt, Rubens, Caravaggio, son artistas aceptados con relativa facilidad. Salteo el Romanticismo y el Realismo porque pocos lo conocen y pasamos al Impresionismo. Vamos, Degas, Monet, Renoir decoran todas las salas de espera de los consultorios médicos del país. De hecho, si pienso en ir al dentista, se me hace la imagen de un Sisley particularmente naranja que había en la sala de espera de mi dentista. Hasta aquí, creo, sin problemas. Vayamos a lo problemático.

Vincent van Gogh es probablemente el artista cuya obra vale/cuesta más y también uno de los artistas más resistidos. ¿Por qué? ¿Qué sucede con la obra de van Gogh que es tan amada y tan incomprendida? Buena pregunta, no la responderé yo.

Vincent van Gogh, Autorretrato.

Pensemos en otros artistas de este sigo: Picasso suele ser aceptado con facilidad, quizá no les gusta a todos, pero lo es. ¿Kandinsky? Mmmm, empiezan los problemas. ¿Chagall? Aquí hay muchos que comienzan a decir: "esto podría hacerlo yo", "esto podría hacerlo mi hijo de 10 años". Ni hablar de Jackson Pollock y sus famosos "chorreados".

Marc Chagall, La Marieé.

¿La verdad? No es cierto. Esas obras de Kandinsky o Chagall o van Gogh o Pollock no podría hacerlas nadie excepto ellos, porque nadie ha vivido sus vidas, ha sufrido sus pérdidas, porque nadie puede poner el pincel donde ellos quieren que sea puesto. Y ahí, creo, puede empezar a esbozarse una primera aproximación al arte.

Creo que una de las razones por las que mucha gente no tolera a esos artistas, quizá alguien puedea ofrecer otra opinión, es qe estos artistas, a diferencia de los que mencioné antes, se alejan del mundo de las apariencias. El mundo de las apariencias es eso que notamos más parecido al mundo que nos rodea (no uso el término realismo porque en arte, como en literatura, el realismo es un movimiento de mitad del siglo XIX que tiene características propias y que no necesariamente tiene que ver con lo que estoy mencionando). Estos artistas utilizan las pinceladas a su antojo, producen desviaciones, cambian los colores, ofrecen nuevas perspectivas, chorrean pintura tratando de expresar algo, retuercen los trazos hasta el punto de demostrarnos su dolor. En suma: deforman la imagen para provocar una emoción en el que ve la obra. Porque, espero que estén de acuerdo: 1. no existe obra de arte sin alguien que la observe y 2. no existe obra de arte sin emoción. Otros dos posibles caminos a hacia una definición del arte.

Vasily Kandinski, Composición VII.

Para discutir un poco esa noción de que todo arte debe acercarse a las apariencias voy a sacar un as de la manga, uno que oculté deliberadamente al principio. El Renacimiento es un período revolucionario en el arte, ¿por qué? Porque precisamente son ellos los que van a sentar las bases de un arte ligado al mundo de las apariencias. Antes de que piensen que me volví loca, recuerden por un momento qué arte era el corriente en Europa en esos años:

Manuscrito iluminado de la época medieval.

¿Se parece al mundo de las apariencias? No precisamente. Y esto tenía sus razones religiosas, que en esa época también eran políticas. De nuevo entramos en el tema de la intención, de la neutralidad. ¿Fue el arte del Renacimiento un "arte neutral"? De ninguna manera, solo basta que recuerden las horitas de secundario en las que aprendieron sobre ese período para saber que lo central era el hombre en todos los aspectos: la política, la historia y también el arte. La cuestión es que para nosotros, ese arte, el renacentista, el ligado al mundo de las apariencias, se convirtió en la norma de lo bello. Ahí les dejo otra punta para pensar el arte.

¿Cuándo se produce esta consolidación de lo bello? Creo, y si alguien sabe de arte, quizá puede discutírmelo, hablo aquí como historiadora, aunque no del arte, que el academicismo tiene muchísimo que ver con la definición de lo bello. Y no es casual que el academicismo surgiera hacia el siglo XIX y que impusiera sus cánones de lo que era arte y lo que no. Y este movimiento no tiene otro objetivo que convertir la obra de arte en un bien de consumo. Esa noción de arte ligada a lo bello como clásico, aunque le pese a muchos, es completamente burguesa y consumista. Por eso, los impresionistas, tan amables ellos ahora, fueron revolucionarios en su época. Por eso, creo, van Gogh es resistido de tal manera incluso en la actualidad.

¿Qué es el arte? ¿Qué es lo bello? ¿Qué debe expresar una obra de arte? ¿Qué debe transmitir una obra de arte? Me niego a esbozar respuestas a estas preguntas. Disfruto más, en cambio, de formulármelas todos los días.

Nota a los que viven en Buenos Aires (esto es Baires y gran Baires): en el Museo Nacional de Bellas Artes hay varios tesoros que no deben dejar pasar: un Chagall azul, en especial, que está justo frente a un Picasso que le roba toda la atención; la colección impresionante de Goya, en una salita solo para él, esa colección es extraordinaria; varios impresionistas, en especial un Manet grandote que me encanta; hay un van Gogh también, no de los más estremecedores, pero bello en sí mismo. Y porfi, porfi, pasen por el primer piso que están todos los increíbles maestros argentinos. Vayan con tiempo, y varias veces, o volverán a sus hogares con dolor de cabeza, ver arte suele ser una experiencia que implica a la mente y también al cuerpo.

17 agosto 2009

La música y el cine

Cuando hablamos de bandas sonoras de películas podemos distinguir dos conceptos, que a pesar de estar íntimamente relacionados, no son lo mismo: por un lado tenemos el Original Score y por el otro el Soundtrack.

El Score es la totalidad de la música que se compone especialmente para una película, esto le da el carácter de original, generalmente es instrumental y cada una de sus piezas está relacionada con el contexto de la escena en cuestión, creando mucho más que la atmósfera necesaria, porque la música ayuda a la imagen a transmitir emociones [agrega suspenso, enfatiza el romance, profundiza el miedo, acentúa características de los personajes, anuncia eventos futuros, etc.]. Cada pieza del score es música incidental, es decir, es música de escena, comúnmente conocida como música de fondo. El score esta conformado por cada detalle musical de la película, desde su comienzo hasta el final, siendo algunas piezas de muy breve duración.

El Soundrack es la totalidad de la música que aparece en una película, que no siempre es original [esto es: hecho para la película], que casi nunca es incidental, y que consiste en una recopilación de canciones de diversos artistas, quienes los interpretan y vocalizan, seleccionados, editados y coordinados por el productor de la banda sonora. Eventualmente las intrepretaciones son realizadas por otros artistas y las canciones son versionadas, especialmente para el film [covers]. Dichas canciones, por lo general, no se reproducen completas en el film, salvo cuando acompañan los créditos finales, pero por más efímero o secundario que haya sido el paso de una canción o tema musical en un film, saldrá entero en el soundtrack.

Para ilustrar estas diferencias vamos con unos ejemplos: la música que compuso Ennio Morricone para la película Cinema Paradiso es Score. También es score la banda sonora de Empire of sun y la de Star Wars de John Williams, la de Amélie de Yann Tiersen, la del Lord of the Rings [saga completa] de Howard Shore, la de varias películas de Star Trek de Jerry Goldsmith, la de The last of the mohicans de Trevor Jones y Randy Edelman y la de Il Postino compuesta por el argentino Luis Enrique Bacalov, obra que lo hizo merecedor de un Oscar de la Academia en 1995, por segunda vez.

Música incidental
es, por ejemplo, la partitura para cuerdas que compuso Bernard Herrmann para la famosa escena de la ducha de Pshyco. Es imposible, al menos para mí, sacar de contexto esa intensa y breve pieza musical, interpretada por violines, violas y violonchelos, del asesinato de una rubia por Norman Bates, en el baño de una lúgubre habitación de un motel. Y esta escena, del genial Alfred Hitchcock, con una música distinta, no sería lo mismo.

Soundtrack, es la banda sonora de Trainspotting. También lo es la de Pulp Fiction, la de The Full Monty, la de High Fidelity, y la que produjo el argentino Gustavo Santaolalla para Amores Perros. A su vez, recordemos que Santaolalla también ganó un Oscar por la música que compuso para la película Brokeback Mountain, por lo tanto estamos hablando de score.

Muchas veces los scores se asemejan a grandes conciertos de música clásica, interpretados por majestuosas orquestas sinfónicas. Otras, son composiciones para diversos instrumentos y de variados estilos musicales, pasando por el rock, por el tango o por la música gitana, por nombrar algunos. Y a veces son sólo armónicos arpegios de guitarras acústicas o movimientos de piano in crescendo. Según la película, según la escena.

Hay scores que me fascinan escuchar y, a pesar de que me remitan al film, los puedo deleitar de manera independiente, separadamente. Sin embargo hay scores que fuera de la película carecen de sentido, y musicalmente no me resultan atractivos.
En el curioso caso de la película Into the wild [no, no hablaba de Benjamín] el score compuesto por Michael Brook es bellísimo, no obstante ampliamente superado, a mi criterio, por el soundtrack compuesto especialmente para dicho film por Eddie Vedder [vocalista principal, compositor y líder de Pearl Jam], por lo tanto aquí tenemos un referente de un soundtrack que además de ser original [compuesta por y para el film], las canciones que lo integran son incidentales, porque sus letras hacen referencia a un momento determinado de la película, y algunas de ellas, escuchadas fuera de la escena de la que forman parte, pierden su esencia. Pero afortunadamente son las menos.

Resumiendo, en líneas generales, Score es la música original compuesta especialmente para la película y Soundtrack es el conjunto de canciones que aparecen en la película, así sea unos segundos.

Quizás se pregunten para qué sirve tener en cuenta tal diferencia. Les puede ayudar a la hora de buscar una banda sonora que les gustó mucho. Tal vez quieren dar con una canción de una película y consiguen el score y no el soundtrack, o viceversa. O quizás buscan ambos, y sólo obtienen el soundtrack y no saben como dar con la música de fondo porque, hasta ahora, desconocían el concepto de Score.

Asimismo esta entrada me da pie para futuras recomendaciones de películas que realice, en sucesivos posts, con sus respectivos scores y/o soundtrack, llegado el caso.

03 agosto 2009

Salud: Un sistema en decadencia.

Haciendo un repaso de la historia y el surgimiento del sistema Público de Salud, nos damos cuenta de que, en este país, las políticas de Estado, la mala Gestión Pública y la mercantilización de la salud/enfermedad -en donde solo aquellos que poseen dinero acceden a un sistema de salud de calidad- han hecho del Derecho Universal a la Salud, un páramo sombrío al que ya casi nadie puede acudir sin abonar antes una cuota mensual.

Echémosle un vistazo a la historia de dicho sistema.

A comienzos del siglo XX, con el fin de garantizar la productividad, el Estado se hace cargo de brindar el mínimo de salud a la población trabajadora y nace el concepto de Policía Médica. Desde esta perspectiva claramente Liberal, no hablaríamos de prevención, ya que se presenta más bien como una respuesta asistencial ante la enfermedad, que es vista como la desviación de la norma, que como un Programa Preventivo. Esta concepción nos brinda la “cura” a través del saber médico y nos habla de un sujeto a-histórico y aislado.
En ese momento en nuestro país, las prácticas en salud se realizaban en forma de Beneficencia, en donde el Estado intervenía a través de la Policía Médica, en los casos en que las enfermedades ponían en peligro la continuidad productiva.
Es en estos momentos en que aparecen las Mutuales, en donde los trabajadores de determinada comunidad realizan un aporte de sus propios salarios para pagar la atención médica.
En un segundo plano, a nivel mundial con la crisis de los años 30, se evidencia la incapacidad del sistema económico capitalista de brindar salud a toda la población, ya que la práctica médica reduce su alcance social cuando más se la necesita. Es aquí donde reaparece la enfermedad como un fenómeno social-cultural y lo social vuelve a escena a través de la Epidemiología.
En Argentina, vivimos un Estado de Bienestar. En este período se plantea la Salud como un Derecho Universal: de nada sirve el saber médico, si no toma en cuenta el aspecto social de la enfermedad. Es en este momento en el que nacen los movimientos sindicales, que luego serán las Obras Sociales. A su vez, el Estado es Garante del Derecho a la Salud y todos los trabajadores tienen acceso a la misma.
Se construyen 35 policlínicos en un período de 6 años, se duplica la cantidad de médicos y se triplica la cantidad de enfermeros.
A partir de aquí, el sistema de salud, que estaba en su cima, comienza a deteriorarse hasta el sistema público casi inexistente que tenemos en la actualidad.
Desde el año ‘55, se plantea un modelo de Estado Desarrollista, en el que todo gira en torno a la concentración de capitales: lo que antes era responsabilidad de la Nación, ahora se traslada y se retiran fondos del sector salud para otros fines.
Así comienza a descentralizarse y las provincias deben encargarse de su gasto en salud, mientras el gasto público en dicho sector va decayendo hasta alcanzar el actual modelo Neoliberal. En este período, que coincide con los primeros Gobiernos Dictatoriales, se traspasan los servicios de lo público a lo privado. Frente a la caída del empleo y la flexibilización laboral, se fomenta la fragmentación.
Así mismo podemos hablar de dos estapas o modelos Neoliberales: uno a principio de los años 70, cuando se produce un desmedido aumento de la deuda externa, y otro a partir de la democracia, alrededor de los años 90, a partir del Gobierno Menemista, cuando se termina de asentar el modelo Neoliberal.
Esto surge paralelamente con la crisis del capitalismo de los años 70 en donde, con el desarrollo del comercio y la globalización, la gente comienza a viajar por trabajo y enfermedades como la viruela se hicieron incontrolables.
A lo largo de este recorrido, a raíz de la Globalización y de la concentración de capitales, conjuntamente con la descentralización del Estado y la atribución a los gobiernos locales y a la población de los gastos en Salud, podemos deducir que el Sistema de Salud ha sido perjudicado por la falta de inversión y por el continuo y progresivo deterioro del mismo.
Por otro lado, esto responde a una Política de Estado, en la que las investigaciones en Salud son dirigidas por determinado sector minoritario y a su vez que concentra grandes puntos de poder.
De esta manera, la Medicina se nos presentaría, por un lado, como una instancia inspiradora de respeto y, por otro, como un negocio más y, por qué no, uno de los más rentables y seguros.
Así con el gerenciamiento de determinado sector ambiciosamente poderoso, las investigaciones en Salud y en Epidemiología se ven afectas e inducidas por el “Lobby” y no por las necesidades sociales que, verdaderamente, deberían inspirarlas.
De esta manera, la brecha entre clases es cada vez más grande y las diferencias se potencian en relación con la calidad de atención, las (im)-posibilidades de acceso y el nivel de servicios que recibe cada ciudadano.
Es por eso que podemos pensar que lo que se ve en los hospitales es la implementación “a medias” de un Sistema de Salud desbordado. Los médicos se encuentran cada vez más exigidos y, al mismo tiempo, llenos de limitaciones, por la falta de insumos, la falta de colaboradores, de tecnologías, de incentivos provocada por los bajos ingresos, y la poca e inefectiva participación del Gobierno.
Lo antedicho favorece al Sector Privado que comercializa todos estos servicios y que dispone de una infraestructura y tecnología necesarias que el sector público no posee. Aquí aparece una sola barrera de Accesibilidad: La Económica y es, lógicamente, una de las más difíciles de superar.
Así como la Epidemiología trata una distribución determinada de la Salud y la enfermedad, podemos inferir que esta distribución, sustancialmente asimétrica, podría pensarse como una consecuencia de la desigualdad económica entre clases, y que la falta de ella habla de un sistema corroído, en el que no solo no se pueden prevenir sino que, además, la falta de programación y estrategias da cuenta de un sistema de Salud de Emergencias
La falta de Planificación y Epidemiología, o su implementación sesgada, podría pensarse como una característica, sin exagerar, de todo el sistema de Salud Pública en nuestro país. Por supuesto, esto viene a colación de la falta de inversión en el mismo, cuyo motivo está arraigado en la no rentabilidad y, a su vez, con una interpretación y aplicación “a medida”, de la concepción de Salud como Derecho Universal (en tanto Derecho a la buena atención, que se ve determinado por las posibilidades económicas).
Por otro lado, la única alternativa para equiparar la situación sanitaria de todos los ciudadanos es contar con una adecuada Gestión Pública en todos los sectores, y que uno y cada uno de los actores participantes de la sociedad, sean protagonistas.
Además es indispensable, la fijación de prioridades para determinar los límites de acción, para lo que es necesario la asignación de recursos y medios para implementar el accionar escogido, a través de un enfoque más participativo-integral que, como bien sabemos, requiere de la participación activa de la comunidad.
Por último, es necesario contar, de la mano de la Epidemiología y de la planificación, con un sistema de Atención Primaria de la Salud, que garantice la cobertura, la accesibilidad, la capacidad resolutiva y de pertenencia a un sistema de salud integral, que asegure la satisfacción de las necesidades de la población. Por lo que debe dejar de ser un sistema de Emergencia, en donde los médicos están para tapar los baches de un servicio público colapsado, para convertirse en una verdadera red Social de respaldo, que asegure y contenga a toda la población por igual.